Control Social
Desarrollo del análisis del control social en San Rafael de Alajuela
Estamos claros que deben existir soluciones con el fin de que el delito se aminore ya que sería una falacia creer que puede desaparecer por completo. Siempre existirá el mal de hecho la existencia del mismo pareciera necesaria para definir el bien y es ahí donde las lecturas y los aportes de la criminología crítica me ponen a pensar un poco “fuera de la caja”.
La criminología moderna se caracteriza por el hecho de que el crimen pueda ser considerado como comportamiento definido por el derecho, con una clara (yo pondría este clara entre comillas) no aceptación al determinismo y la consideración de el que delinque como un individuo diferente (Baratta, 2004 p 22) En la escuela liberal clásica no se consideraba al delincuente como un individuo diferente Sino como alguien que rompía el pacto social y por supuesto este tipo recibir una pena, pero esta última no era con el fin de resocializar o modificar la conducta del delincuente, Sino como simplemente una forma para defender a la sociedad del crimen. Sin ser experto en el tema, fácilmente podría argumentar que el sistema de justicia que Costa Rica posee, tal vez tenga la intención de resocializar, pero la situación de cárceles abarrotadas de gente, algunos hasta en condiciones infrahumanas y sobretodo las tasas de reincidencia, nos muestra que realmente es solo una intención ideal ya que nuestro enfoque ha sido hacia el control social, reprimir y solamente preocupado por devolverle la sociedad la “paz y el orden” que es obvio que ha fallado y está en crisis ya que no ofrece soluciones reales a la prevención del delito.
Nuestro sistema penal se basa más bien en la concepción de la escuela positiva ya que se centra en el autor del delito, los factores del mismo y la clasificación de la autoría (Baratta 2004, p32) El problema con esto es que desde la postura de la criminología positivista, la tarea criminólogo es se limita explicar la causa el comportamiento criminal obvio poder dictaminar quién es criminal y quien no la escuela clásica por su lado tiene por objeto el crimen en ejercicio del libre albedrío, más que al criminal. (Ibidem p37) Pero que si el sistema más el etiquetaje está convirtiendo en una “realidad” de “malhechores” que necesitan ser castigados y estigmatizados.
Parte de la propuesta de pensar fuera de la caja es que hay normas y leyes que todos debemos seguir, pero preguntémonos: leyes y normas impuestas por quien, para controlar a quienes para proteger cuales derechos. Si fueran los derechos de todos en una sociedad mas equitativa sería genial pero pareciera que lo que protege son los intereses de las clases dominantes y a su vez estigmatiza y castiga a los que menos tienen. En el caso de mi comunidad, San Rafael de Alajuela tenemos concentrados varios centros penitenciarios los cuales son reconocidos no sólo por el deterioro de sus instalaciones sino también por un hacinamiento de hasta tres veces la capacidad máxima del recinto.
Es común para mí ver a cientos de familiares de visita afuera de los recintos ya que los fines de semana que voy a la feria o paso en bicicleta por ahí. Gente del condominio donde vive inclusive han hecho comentarios como “Usted está loco pasando por ahí en bicicleta” “Imagínese la clase de lacras que están ahí afuera esperando, seguro hasta peor que los que están adentro” “Que pereza con esa gentuza que hasta nuestra seguridad afecta cuando vienen a usar nuestros los locales comerciales, que se suponen que son exclusivos para nosotros” “El 90% de la gente que está ahí bajo el sol esperando ver a sus amigos y familiares maleantes son extranjeros… casi todos nicas” Y así un montón más de simples comentarios de vecinos lastimosamente todos cargados de odio xenofobia pero sobretodo de mucha ignorancia ya que la gran mayoría si bien no todos son erróneos. Lastimosamente mucho de estos pensamientos generalizados se convierten en parte protagonista del control social, ya que empoderan a la teoría positiva la cual su enfoque es la pena.
Tenemos un sistema penal que se ha especializado en castigar y no ofrece soluciones justas inclusive para delitos menores, parece que somos felices enviando gente a la cárcel. Este fenómeno es interesante ya que en el imaginario social del tico está bien la mano dura y penas más largas. inclusive como la lectura lo mencionaba, hasta muchos estarían de acuerdo con la pena de muerte en Costa Rica (Kester, p167). La pena debería ser el último recurso que deberíamos usar, sin embargo es que nos encanta poner en práctica.
Si partiéramos entonces de supuesto de que las leyes surgen de una necesidad social, porque existen estos paradigmas excluyentes y violentos por parte de sociedad. ¿Será entonces que tenemos leyes que responden más a la demanda social? Me parece que por la forma en que ejercen controles formales del delito no ataca a las causas sino a las consecuencias misma del proceso de etiquetaje (Ibidem p171). Ahora bien no quiero decir que las penas sean innecesarias, la criminalización de actos que afectan el bien común o transgreden los derechos de los demás es necesaria. Pero también es necesaria la creación de un control social alternativo que busque soluciones a las causas del delito, que busque otorgar elementos socializadores y oportunidades para los que mas lo necesitan, no solamente para quien puede pagarlos y por último y no menos necesario una revisión de las penas de este país, ya que es obvio que la ecuación más penas= menos delito se ha comprobado que no es cierta.
Referencias
Acevedo, M (2014) La Política Criminal contemporánea y la prácticatica penitenciaria costarricense
Baratta, A. (2004) Criminología crítica y crítica del derecho penal: introducción a la sociología jurídico penal. Buenos Aires, Argentina
Keller ,W. (s.f.) Trabajo Social Criminológico: aportes desde la Criminología Crítica
Comentarios
Publicar un comentario